“En una ocasión le pregunté a un compañero al que le desaparecieron a su hijo, si cada noche pensaba qué había pasado con él, cada noche, así como yo pensaba qué había pasado con Miguel Ángel. De alguna manera me arrepentí de haberle hecho esa pregunta, porque la respuesta que me dio fue dolorosa. Me dijo: Gloria, llevo 1107noches pensando en 1107 muertes diferentes de mi hijo” (El baile rojo, memoria de los silenciados).Ir al documentoDebe ser por eso, por lo fácil que es la trama de esta guerra, que no consigo quitármela de la cabeza ni en sueños. Cada vez que hablo sobre lo vivido, vuelven a aparecer las sombras y los terrores nocturnos. Ir al documento Previous Next